Mi madre me ha traído la inspiración de esta receta de alguna panadería
gourmet de Lisboa. Hoy, que es el "World Baking Day", el día en que
hacemos pasteles, bizcochos, tartas, galletas, etc.... para regalar a alguien a quien queremos agradecer, esta receta se la dedico a ella, mi adorable y admirable madre. Porque
me ha enseñado a ser blanda y firme a la vez, libre y responsable, a reír
mucho y sobre todo, me ha enseñado a confiar en la Vida.
Otra cosa maravillosa que he heredado de
mi madre ha sido el gusto por la cocina. Cocinar con disfrute, comida generosa
en sabores, colores, olores... ¡Ella ha sido mi gran maestra! En la cocina como
en la Vida misma, se trata de disfrutar y amar lo que se hace.
Cuanto cambiaría el mundo si cada uno
pudiera dedicarse a aquello que le gusta hacer. Que su pasión, su trabajo y su
servicio fueran un solo camino y que pudiéramos vivir bien y prósperos de ello.
Todos creativos, satisfechos y felices.... Un mundo mucho mejor, sin duda.
Como las dos tenemos mucho que agradecer a la cúrcuma, porque
hemos comprobado en nuestra propia piel (¡literalmente!) las maravillas de esta
especia/medicina, esta es una receta perfecta para el día de hoy.
Así en el "World Baking Day",
este pan dorado es mi regalo de gratitud.
Este pan dulce no es desde luego mi receta más sana, es la cúrcuma lo que la salva... Pero creo
que
hay días en los que debemos saltarnos lo bueno y lo correcto para
permitirse solo “deliciarse”. Porque la flexibilidad es sana y dietas muy
estrictas nunca nos han hecho felices....
La receta lleva apenas dos cucharadas de azúcar
integral y la miel del glaseado, apenas se puede notar el sabor dulce, que si
se acompaña con mermelada es perfecto, pero si se desea se puede aumentar la
cantidad de azúcar en la masa.
Es importante que la masa sea húmeda, que
se pegue a las manos al terminar el primer amasado. Al fermentar se
secará ligeramente. Una masa seca nos daría un pan seco....
Ingredientes:
(Para un molde de 23 cm)
500gr de harina blanca de
espelta (con germen)
1 cucharada de cúrcuma en polvo
1 pizquita de pimienta
2 cucharadas de azúcar integral de caña
20gr de levadura fresca
2 cucharadas de levadura madre (se puede
sustituir añadiendo 10gr más de levadura fresca)
100gr de ghee, mantequilla o aceite
vegetal
10gr de sal marina fina
2 huevos +
1 uno para el glaseado*
350 gr de leche o bebida vegetal templada
150gr de avellanas troceadas
Mantequilla y harina para untar el molde
Glaseado de Miel
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de agua templada
*Para una versión vegana se puede usar
para la masa 1 vaso de leche vegetal cortada con el zumo de 1/2 limón y para el
primer glaseado pincelar apenas con leche vegetal.
1 Mezclar la harina con la sal, el azúcar,
la cúrcuma y la pizquita de pimienta..
2 Hacer un hoyo en el centro, desmenuzar en
el la levadura y trabajarla con un poco de la mezcla de harina y las dos
cucharadas de levadura madre. Dejar fermentar 10 minutos.
3 Derretir la mantequilla o ghee e incorporarla a la masa previa junto con la mezcla de harina restante y los
huevos. Amasar todo hasta obtener una masa homogénea. Dejar fermentar por 30
minutos.
4 Amasar brevemente la masa de manera que
libere el exceso de aire. Añadir las avellanas troceadas y amasar brevemente.
5 Untar el molde con mantequilla y harina.
Hacer con la masa pequeñas bolas (del tamaño de una pelota de golf
aproximadamente). Colocarlas juntas en el molde desde el centro hacia fuera.
Batir el huevo para el glaseado y pincelar el pan. Dejar subir 15
minutos.
6 Precalentar el horno a 190º. Hornear el
pan 25-30 minutos.
7 Para el glaseado de miel. Disolver dos
cucharadas de miel con 2 cucharadas de agua templada removiendo bien. Retirar el
pan del horno y pincelar con el glaseado de miel.
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